Vivienda UnifamiliarMarbella 005
La casa inteligente
Tras las primeras reuniones con los clientes los criterios de diseño quedaron fijados: «Debería ser una casa cómoda que mirase al mar, en la que poder disfrutar del jardín». Además, para nuestros clientes era fundamental que se aplicaran técnicas actuales de automatización y de eficiencia. La vivienda debía ser todo un ejemplo de técnica contemporánea. Así surgió la casa inteligente.
¿Qué es una casa inteligente?
La domótica ya está aquí y ha llegado para quedarse.
Las posibilidades que nos dan son infinitas. Tras hablar con diferentes empresas, llegamos a la conclusión que existían dos caminos por explorar cuando se hablaba de domótica aplicada a la arquitectura.
El primero, el más básico, es el de desarrollar lo que llamamos una “casa conectada”. Esta nos permitía mediante una aplicación móvil o una pantalla, bajar persianas, encender luces, o programarlas a nuestro gusto.
El segundo camino a explorar era el de realizar una “casa inteligente”. Es decir, aprovechar las ventajas de una casa conectada para mediante la inserción en la casa de ciertos sensores, poder lograr su propia automatización.
La finalidad era conseguir una casa que tuviera capacidad por si sola de tomar decisiones. Para estipular la temperatura en función de si la vivienda estaba habitada, de si tuviera las ventanas abiertas o de la temperatura exterior e interior. Que tuviera criterio para cerrar la llave del agua o gas en caso de detectar una fuga. Que pudiera determinar recoger los estores exteriores en caso de detectar mucho viento o cubrir la piscina si no hubiera nadie en la casa…
Y todo ello sin intervención del usuario de la vivienda.
Y fue precisamente esta segunda opción la que decidimos explorar. Además la posibilidad de conectar la vivienda a un asistente personal implementado con inteligencia como Siri o Alexa permitiría que la vivienda fuera extremadamente cómoda.
La domótica al servicio de la eficiencia energética
Otra decisión importante fue que esta instalación debía estar al servicio de los sistemas de eficiencia energética para optimizarlos. Por ello, la vivienda, tendría capacidad por si misma de gestionar los sistemas de climatización, ventilación, iluminación y sistemas de sombreado.
Técnicas activas de eficiencia energética
Si consumes energía, que sea la mínima posible. Esa es nuestra política energética. Para ello se utilizó la energía aerotérmica, un intercambiador geotérmico y un recuperador de calor entre otras medidas.
Técnicas de eficiencia pasivas
No todos los climas son iguales y por lo tanto las estrategias pasivas deberán variar en función de donde se sitúe la edificación.
Para este caso, por un lado, se utilizaron en el diseño elementos permanentes de sombra. Buen ejemplo de ello son la inserción de voladizos, y el estudio del tamaño de las ventanas según su orientación.
Por otro lado, durante todo el proceso de ejecución, fue muy importante reducir al mínimo los puentes térmicos. Esto nos permitiría eliminar fugas térmicas del interior al exterior de la casa. De este modo, la temperatura que se generase se quedaría en la vivienda, optimizando así los consumos energéticos.
Para conseguirlo se tomaron medidas desde la propia estructura: Colocamos ruptores térmicos en los elementos volados de la estructura; Instalamos un sistema ETICs en fachada que nos permitía solucionar la problemática de los frentes de forjados y frente de pilares; Elegimos carpinterías con rotura de puente térmico y seleccionamos la tipología más eficiente; Incorporamos lámina de control solar a los vidrios y elegimos vidrios de alta eficiencia; Incluso se estudió los coeficientes de sombra de los tejidos técnicos de los estores para conseguir la máxima eficiencia.
Con todo ello conseguimos una casa de diseño con las mejores prestaciones.